Los medios tradicionales que hacen periodismo deportivo quieren competir con viejas herramientas pero están perdiendo la batalla frente a la nueva forma de comunicar que existe en plataformas como Twitch, YouTube y TikTok.
“Se acabó el modelo de medios comunicación de masas, el modelo que nació con la imprenta de Gutenberg. Ahora debemos prestar servicio y crear valor para los ciudadanos. Y ya no serán esas grandes empresas verticales dueñas de todo. Eso ya no funciona”. -Jeff Jarvis
Al consumidor le da lo mismo si es una televisora o un youtuber quién hace periodismo deportivo y le lleva las noticias al día. Va donde se siente identificado, le gusta. Así de sencilla es la cosa.
Los medios tradicionales
Los medios tradicionales que hacían periodismo deportivo de calidad en sus tiempos mosos, no han encontrado otra forma de competir con los nuevos periodistas o simples personajes que hacen la labor de comunicar en redes sociales, su forma más importante de sentirse vivos en la competencia es con los clics y las visualizaciones.
Está claro que esta medida de guíarse por los clics y las visualizaciones no parece ser la mejor sobre todo cuando desde hace unos años comenzaron a tomar cada vez más fuerza los creadores de contenido y los periodistas independientes que decidieron monetizar sus propias audiencias, todos estos nacen de mirar a mediano y largo plazo, ser visionarios de que independizarse en las plataformas anteriormente mencionadas, puede generarles popularidad, reconocimiento, y sobretodo, sustento.
Ese sustento que viene de hacer campañas publicitarias para cierta marca, o de simplemente monetizar el contenido que realizan y generan día con día mientras hacen la labor que los medios antigüos hacían, hacen y seguirán haciendo, informar, esa es la labor principal de los periodistas, y en este caso, informar acerca de deportes.
El futuro no se mira fácil para los medios tradicionales (incluyendo los digitales). Ojo, no es por falta de capacidad, es porque la estructura que tienen lo hace cada vez más difícil. Cuando hay equipos de más de 70 personas, cambiar de un día para el otro el modelo de negocio y de contenido sería un reto bastante complicado.
De protagonista a espectador
A este contexto hay que sumar que son los propios protagonistas del deporte quienes han entrado al entorno de los contenidos. Hablamos de los deportistas, no importa si son activos o ya retirados, pero ya existen en las plataformas digitales y son competencia de aquellos que solían hablar y dar noticias de ellos en televisión, pero ahora detrás de una cámara web mientras transmiten en vivo, inclusive estos protagonistas generan cientos de miles y a veces hasta millones de interacciones con sus contenido.
Los datos del periodismo deportivo antiguo
En el Mundial del 2022, los medios antiguos que hacen periodismo deportivo hicieron su esfuerzo por mantenerse vigentes, pero muchos de ellos buscaron replicar fórmulas que hacen cada cuatro años, es decir, cada periodo mundialista. La diferencia es que hoy hay más herramientas tecnológicas, pero son casi siempre las mismas fórmulas.
A la Generación Z, Alpha y todavía algunos Millennials, el lenguaje les parece distante y eso es un obstáculo para conectar. Contrario a lo que ocurre con el desparpajo que tienen los youtubers y tiktokers.
Mientras un tiktoker reta a otro para boxear o youtubers juegan en un partido España vs Francia con más de 20,000 personas en un estadio, los medios de comunicación tradiconales nos ofrecen cápsulas de mexicanos cantando el ‘cielito lindo’ o el sacrificio de una persona que vendió su casa para ir a Qatar.
¿Cuál fue el último programa de televisión ‘distinto’ que viste en un mega evento deportivo?
Es más, quizás la calidad sea lo de menos, lo que importan son las estrategias y las activaciones que sean disruptivas y tengan amplificación.
¿Los medios deben de cambiar el chip?
Hay que pensar distinto y a veces las necesidades, el medio, el día a día o las exigencias de métricas evitan que sea así.
Los medios masivos de comunicación deben de entender que el cambio tiene que ser radical para lograr que las nuevas audiencias se enganchen a lo que hacen.
No es una competencia justa, de eso no hay duda, pero a la audiencia no le interesa, va a donde más le parece más atractivo, entretenido.
No será sencillo por todo lo que se tiene que mover en estructuras gigantes para tener un ‘ok’. Pero no desaprender, sin duda, será letal para la subsistencia para los medios deportivos de masas.
El Mundial Qatar 2022 puede ser devastador para algunas empresas.
