Mercadotecnia

Una sociedad de Consumo – Pecado del Marketing

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Tal como el tiempo, el humano no se detiene ante la adversidad y como una de las pocas buenas características, pero a la vez de doble filo, la capacidad de evolucionar… ¿o no es así?

De acuerdo a la Real Academia Española, Sociedad es el conjunto de personas que viven bajo normas comunes; sin embargo, también está definido con el escrito de Agrupación natural de algunos animales. No es ofensa ya que la biología ha demostrado que los humanos son, efectivamente, animales. Bajo el estandarte de la especie que posee consciencia y por lo tanto inteligencia y ser la cúspide de la pirámide alimenticia del reino animal, los humanos han evolucionado de tal forma que parece absurdo el pensar que alguna vez tuvieron que estar en cuatro extremidades, aunque la opción de tomar por si solos el trofeo de la mejor especie del mundo todavía queda lejos. Las guerras, la codicia y la violencia son elementos que nos restringen ese logro. Los anteriores elementos pueden no estar marcados en la historia humana más que con sangre y traición. Aunque si se detienen a pensar sobre las causas que iniciaron esas batallas con ansias de poder se responden por si mismas: La humanidad lucha por algo que ella misma creo.
Existen respuestas por parte de filósofos para tratar de ayudar al hombre en su búsqueda de la felicidad, ultimo fin al cual los humanos tienen como meta. Pero en la mayoría de estas el humano percibe el placer con la felicidad. El hedonismo es una corriente filosófica que apoya el hecho de que el placer es felicidad, pero conforme que estos sean duraderos y no fugaces; entre estos placeres permanentes existen la amistad, el conocimiento, la salud y la estabilidad económica; este último es el punto que la sociedad ha echado de lado haciendo emerger la pregunta de ¿La sociedad busca el placer en base del consumismo?

La sociedad actual

sabe cuál es la definición de consumismo e incluso puede analizarla e interpretarla, ha visto en clases su significado y tiene la virtud de poseer una biblioteca enorme llamada internet donde puede checar sus consecuencias. Entonces la historia del futuro debería cambiar porque las personas están prevenidas con información para no ser un consumista. Sin embargo, no lo logra, es más, no lo intenta.
Anteriormente se ha dicho con palabras exactas lo que es una sociedad, dicho termino ha tenido a toda la historia humana para ser detallada con esa descripción y en ella podemos observar un punto importante, la existencia de normas. Normas que crearon las personas con poder y más tarde alteradas según la época de cambio para que las personas bajo su mando tuvieran algo que las diferenciaba de los animales, normas que de verdad sirvieron para la evolución del humano. Y es en la creación de reglas donde surge una sociedad, las personas que la componen tienen intereses mutuos y por ello las acatan; y al vivir en un lugar con personas con intereses comunes no es raro encontrar algo que a la persona de al lado le haya gustado que a ella también. Estando bajo el yugo de reyes en esa oscura época de la humanidad llamada edad media es donde las cosas se pusieron turbias. Los soldados sabían que eran soldados y los reyes sabían que lo eran, una palabra del rey era una ley del soldado. Existían días cuando un soldado podía observar al rey comer un grandioso festín y era algo que él estaba preparado a luchar para obtenerlo. No es correcto llamarlo envidia o codicia. Sus intenciones eran comer lo que el de al lado y disfrutarlo, como él se veía hacerlo.
Las personas poseían pocas opciones de mercado para sus productos, pero existían. Ejemplo no hay mejor que las verduras y frutas, muchas personas vivían del campo y competían (si el estado lo permitía) para que las personas les compraran para llegar a una estabilidad económica o simplemente sobrevivir. Dentro de la competencia se generaron las estrategias de mercadotecnia, tal como dejar los precios más baratos que la competencia, convencer al cliente del precio mostrándole calidad, esparciendo rumores de la competencia, etc.
Las decisiones de consumo eran tomadas en base de lo que el cliente, y si podía solventar, quería hacerlo. Si no era estable económicamente se llevaba el más barato, si la salud le importaba escogía el más fresco, y por calidad las personas que podían costearlo eran lo más enriquecedores; sin embargo, como se mencionó antes, surgieron muchas estrategias de marketing, entre ellas la extravagancia. Productos que eran realmente difíciles de conseguir, objetos de lujo, materiales de tierras lejanas y demás eran el placer de las clases altas. Esto provoco las clases sociales y por lo tanto la aptitud social. Una mera forma de denominar la posición de una persona frente a las otras, estando en esa clasificación se sabía que productos comprar, tradiciones que se pasaron de generación en generación hasta lograr que las cosas que se pudieran vender eran clasificadas en esos mismos términos. Tradiciones que tuvieron como consecuencia el entender que, si alguien podía costarse algo de una clase alta, seria por defecto perteneciente a esa clase.
El estar o no en una clase económica dio significado a las personas que el placer es igual a felicidad y este fin se logra con dinero y la autoestima que se ganaba al gastarlo. Lo anterior dio por hecho que consumir es invertir en valor social y por lo tanto felicidad. La capacidad de las personas en saber que trabajando duro se lograría una estabilidad económica se cambió por el demostrar a las demás personas que tiene la suficiente estabilidad económica para consumibles caros. “El llegar a ser” era la cúspide de la felicidad, y aunque se tratara de materialismo dio en el clavo de ser una sociedad hedonista.


Aun después de guerras y reconciliaciones, guerras y tratados de paz, guerras y uniones en organizaciones mundiales, etc. los países todavía luchan por ser mejores que las demás naciones. Y dentro de ellas las personas luchan para demostrar que son mejores que las demás. O mínimo estar en el mismo nivel. Las personas dentro de una sociedad que difícilmente muestra cambios por una sola persona son influenciadas por la mayoría. Y toda persona siente que si no es parte del grupo es objeto de burla de las clases arriba de ella. Un ejemplo de la primera afirmación es la conquista de Hernán Cortes a la cultura azteca. Ellos se sentían inferiores a los españoles por considerarlos dioses y por lo tanto sucumbieron frente a sus creencias y el cristianismo hasta el punto de querer tener sangre española en las venas para no ser considerados lo más bajo de la escala humana casi 300 años después. Para ejemplificar lo segundo es fácil asomarse por la ventana y descubrir que las personas que sobresalen con su ropa son aun tomadas como diferentes de uno. Usar mezclilla y camisa es lo “normal”, pero alguien que use un bocho y alguien que conduce un Ferrari serán fácilmente comparados e incluso ubicados en la mente de sus vecinos y el resto del mundo por sus bienes materiales.

Una sociedad por consumo

En la introducción se habló de la gran biblioteca que yace en cualquier dispositivo electrónico para evitar ser alguien consumista. Pero estas formas de comunicación también fueron el último clavo para que las personas no pudieran escapar de él. La sociedad se ha vuelto tan basta de información de tantas partes del mundo haciendo posible que los productos de china lleguen a nuestra dirección con bombo y platillo para hacer saber al vecino que se posee algo que él no. Productos difíciles de conseguir o para un fin tan único como los afiladores de cuchillos portátil muestran que si se poseen estos bienes en automático ganaran un estatus mayor que el de al lado. Estatus que puede ser, por los mismos medios, fácilmente equilibrados pidiendo el mismo producto o superarlo en cualquier característica.

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